Miguel Díaz de Aux (¿-?). Aragonés, criado del adelantado Bartolomé Colón.
Se ignora la fecha exacta en que llegó a la Española, pero es de suponer que fue en el segundo viaje de Cristóbal Colón, pues fue uno de los protagonistas de los hechos ocurridos tras la rebelión del alcalde mayor de la Isabela, Francisco Roldán.
Enterada la corona de la rebelión de Roldán, decidió sustituir a Colón, nombrando en su lugar a Francisco de Bobadilla. En una cédula dirigida al Almirante y sus hermanos se les ordenaba que entregasen a Bobadilla las fortalezas y demás propiedades pertenecientes a los reyes. Una de esas fortalezas era la de la Concepción de La Vega, a cuyo mando estaba Miguel Díaz. Este, en un principio, se negó a entregarla, pero Bobadilla y su tropa entraron por la fuerza sin que opusiera resistencia.
Una leyenda sostiene que la fundación de la ciudad de Santo Domingo se debió en cierto modo a Miguel Díaz de Aux. Cuenta que, tras matar a un español en una pelea, huyó hacia el sur hasta que llegó a la desembocadura del río Ozama. Allí conocería a una cacica, a la que bautizó con el nombre de Catalina y con la que tuvo dos hijos. La cacica le habría informado de la cercanía de unas minas de oro y Díaz se lo habría comunicado a Bartolomé Colón con el deseo de que le perdonase su crimen. Fray Bartolomé de las Casas acepta la posibilidad de la huida, pero niega que la cacica lo invitara a vivir en su tierra y critica a Fernández de Oviedo por admitir como cierta la fábula. El dominico asegura que Colón, antes de regresar por segunda vez a España, dejó dicho a su hermano que enviase a Francisco Garay y Miguel Díaz a poblar Santo Domingo por haber minas de oro en esa parte de la isla, como en efecto ambos hicieron.
De Miguel Díaz no volvemos a tener noticias hasta la segunda década del siglo XVI, cuando fue nombrado por Diego Colón alguacil mayor de Puerto Rico, cargo en el que duró algo más de un año, hasta que Ponce de León se hizo con el poder y lo envió prisionero a España. Si Díaz de Aux guardó prisión en España y cuánto tiempo estuvo en ella, no lo sabemos. Lo cierto es que volvió a América. Así, lo volvemos a encontrar como parte de la expedición de Francisco de Garay a las costas del golfo de México, la cual estaba encabezada por Diego de Camargo. Los nativos los acogieron en un principio con agrado, pero la paz no duró mucho y los atacaron. Sin noticias de Camargo, Garay mandó a Díaz de Aux con 50 soldados para rescatarlo, pero no pudo encontrarlo, y como los indios se mostraban hostiles se refugió bajo la bandera de Hernán Cortés.
A Miguel Díaz lo elogiaron Cervantes de Salazar en su Crónica y Bernal Díaz del Castillo en la Historia verdadera de la conquista de Nueva España. Murió muy viejo y rico en México.
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