Este jueves finalizó la campaña electoral en Ecuador, que se inició el pasado 4 de enero. Ocho candidatos, entre ellos el actual mandatario, Rafael Correa, buscan conquistar el voto de los ecuatorianos con miras a las elecciones presidenciales del próximo domingo.
Ecuador es gobernado por Correa desde enero de 2007.El mandatario se enfrenta en estos comicios a otros siete candidatos, provenientes de diversas corrientes políticas, quienes quieren forzar segunda vuelta electoral que, de ser el caso, se celebraría en abril próximo.
BBC Mundo le presenta quiénes son los postulantes a la Presidencia de Ecuador.
Durante los últimos años, los ecuatorianos han evidenciado varias facetas de Rafael Correa, el presidente que ahora se presenta a reelección para continuar su "Revolución Ciudadana", y que de ganar en las elecciones que se avecinan en Ecuador, completaría en 2017 diez años en el poder.
Hay quienes aún recuerdan al Rafael Correa del inicio de la campaña presidencial de 2006: el candidato presidencial de quien muchos en ese entonces apenas sabían que era un economista guayaquileño, profesor universitario, con títulos académicos obtenidos en Bélgica y Estados Unidos, que frecuentaba diversos medios de comunicación privados para exponer sus análisis, y que había tenido un paso de cuatro meses por el gobierno de Alfredo Palacio como ministro de Economía.
Hoy, tras seis años de gestión, el presidente, de 49 años, es una figura política seguida por quienes alaban la acción de su gobierno en diversos temas, especialmente de corte social, y criticada por otros que lo tildan de concentrador de poderes y poco tolerante.
Y es que la gestión de Correa, que ha tenido más de una controversia, ha gozado de una extensa exposición a través de constantes cadenas de radio y televisión, informes presidenciales sabatinos y alta publicidad oficial.
Guillermo Lasso es un exbanquero -el expresidente ejecutivo del Banco de Guayaquil, una de las principales entidades bancarias de Ecuador-, y ello no es un dato menor en un país que no olvida el drama social que significó la crisis bancaria de fines de los '90.
En medio de su trayectoria en la banca, el candidato presidencial del movimiento Creando Oportunidades (CREO) fue por un corto tiempo superministro de Economía en el gobierno de Jamil Mahuad, en 1.999, meses después del feriado bancario que congeló dineros que millones de depositantes habían colocado en entidades bancarias.
La campaña de Lasso ha insistido en que su candidato no tuvo responsabilidad en dicho feriado bancario y más bien ha buscado posicionar al postulante guayaquileño, de 57 años, como un buen banquero, que ha trabajado junto a sus clientes en proyectos como el "Banco del Barrio", y que desde muy joven debió trabajar, siendo el último de 11 hermanos de una familia de clase media.De allí que Lasso, quien en el gobierno de Lucio Gutiérrez tuvo un desempeño como embajador itinerante, también se presenta como un candidato que promueve "el espíritu emprendedor de los ecuatorianos" y la idea de que "Otro Ecuador es Posible", como titula a uno de sus recientes libros.
La candidatura de Mauricio Rodas, abogado quiteño de 37 años, llega con el concepto de "Gobierno Responsable", o responsabilidad en la gestión de gobierno, bajo el brazo. Ese es el término que el postulante del movimiento SUMA impulsó durante su rol, hasta 2011, como director de la Fundación Ethos, un centro de investigación en políticas públicas latinoamericanas, con sede en México.
Dentro de su labor al frente de Ethos, Rodas se dio a conocer en Ecuador por sus informes en torno a las cadenas de radio y televisión, y los informes sabatinos, empleados por el presidente Correa, así como por un índice de pobreza elaborado por su Fundación y que le significó una disputa con el gobierno ecuatoriano.
Rodas laboró años atrás en la CEPAL, en Chile, y llevó adelante asesorías para dependencias del gobierno federal y entes estatales en México.
Este candidato, el más joven de los postulantes a primer mandatario y se jacta de que, según afirma, su movimiento es la única fuerza política realmente nueva en la actual contienda presidencial en Ecuador. No obstante, hay quienes precisamente ven como uno de sus posibles puntos débiles esa falta de experiencia política.
"No repetiré los mismos errores". Ese es el mensaje que ha reiterado en varios medios de comunicación el expresidente Lucio Gutiérrez, derrocado del poder en 2005, al referirse a sus pretensiones de ganar las elecciones presidenciales de febrero próximo y regresar a Carondelet.
Gutiérrez fue criticado fuertemente durante su mandato, iniciado en enero de 2003, tras la destitución en 2004 de magistrados de la entonces Corte Suprema de Justicia por parte de la Legislatura, lo cual desencadenó en protestas callejeras.
El hoy candidato por el Partido Sociedad Patriótica participó como coronel del Ejército ecuatoriano en enero de 2000 en una rebelión que derrocó al presidente Jamil Mahuad. En abril de 2005, es Gutiérrez quien es defenestrado.
Lucio Gutiérrez, quiteño de 55 años, con un título de ingeniero civil obtenido durante sus años en el Ejército, ahora habla de "madurez política" y pide nuevamente el voto de los ecuatorianos.
El millonario empresario Álvaro Noboa, de 63 años, acude a su quinto intento por ganar la Presidencia de Ecuador desde 1998.
El candidato por el Partido Renovador Institucional de Acción Nacional (PRIAN) controla más de 110 empresas en Ecuador y varios países. Su padre, Luis Noboa Naranjo, manejó una fortuna a través de un conglomerado de empresas, dejando una herencia que fue objeto de varios litigios.
En este contexto, el candidato Noboa ha enfocado sus propuestas electorales en el ofrecimiento de empleo y generación de riqueza.
No obstante, una de sus compañías más importantes en Ecuador, Exportadora Bananera Noboa, afronta al momento una glosa por unos US$99 millones impuesta por el Servicio de Rentas Internas, entidad estatal que reclama el no pago del Impuesto a la Renta por el año 2005.
Del amor al odio, o quizá más preciso: del compañerismo a la oposición. Esa parece ser la equivalencia de la relación que han mantenido el presidente Rafael Correa y el hoy candidato por la Unidad Plurinacional de las Izquierdas, Alberto Acosta.
Acosta fue uno de los forjadores, junto con Correa, del oficialista Alianza País. Fue ministro de Energía y Minas del actual gobierno y luego presidente de la Asamblea Constituyente impulsada por el mandatario, la cual generó la Constitución vigente en Ecuador desde 2008. En cierto momento, incluso el jefe de Estado se declaró "el primer acostista".
Pero los desacuerdos aparecieron al final del período de la Asamblea Constituyente. Acosta se encontró un paso más a la izquierda de Correa, quien pronto no dudó en hablar de una "izquierda infantil" en Ecuador, opuesta a los planes oficiales de extracción de recursos naturales.
Hoy, Alberto Acosta, economista nacido en Quito en 1948, es un crítico frontal del gobierno de Correa y candidato por un grupo de movimientos de izquierda colocados en la oposición, entre los que se encuentra la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE).
Zavala es guayaquileño, tiene 52 años, y ha servido a su iglesia por 18 años. Desde que se concretó su postulación por el PRE, el pastor ha mencionado como uno de sus principales proyectos la creación del "Ministerio de los Pobres" con el fin de asistir de manera eficaz a personas que se encuentran bajo las líneas de pobreza y miseria.
Si bien hay evangélicos de diferentes agrupaciones presentes también en otras campañas presidenciales, Zavala espera captar el voto de aquellos que comparten su opinión de que la familia es la mayor riqueza de los ecuatorianos.
El PRE, partido que ha sido liderado por Abdalá Bucaram, y ahora por uno de sus hijos, ha ingresado en el pasado a sectores marginales con el eslogan de "La Fuerza de los Pobres". Zavala busca llegar a esas mismas zonas con su mensaje.
El candidato del movimiento Ruptura ha sido por varios años un activista a favor de los derechos colectivos. Desde hace 20 años ha trabajado con grupos ciudadanos urbanos y rurales en procesos de fortalecimiento organizativo y defensa de sus derechos.
Pero Norman Wray (quiteño, de 43 años) además ha sido fundador del movimiento Ruptura, un grupo de jóvenes nuevos políticos que se formó en 2004 con el objeto, según ellos, de romper con un pasado de corrupción y mal gobierno en Ecuador.
Con ello en mente, Ruptura se unió a Rafael Correa durante los primeros años de gobierno, en los que Wray fue electo asambleísta en la Constituyente de 2007-2008, y luego concejal metropolitano de Quito. Pero Ruptura terminó los vínculos con el oficialismo en enero de 2011, tras lo cual el movimiento ha sido crítico de varias acciones del gobierno y ha decidido lanzar un candidato presidencial propio para los comicios de este año.
Mientras hay quienes reprochan el paso de Ruptura por el gobierno de Alianza País, Wray busca darse a conocer en diversos rincones de Ecuador con su propuesta de liderazgo colectivo y acuerdos nacionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario