Los hijos de haitianos nacidos en el país volvieron ayer a reclamar a la Junta Central Electoral (JCE) la entrega de documentos civiles que avalen su nacionalidad dominicana.En esta ocasión, los afectados marcharon en un viacrucis alusivo a la época de cuaresma que celebra la Iglesia católica. Lo hicieron así, para simbolizar que lo que ha hecho la JCE es imponerle la aplicación de la resolución 12-07, igual que a Jesús le impusieron la cruz donde murió clavado.
Elena Lorac, de ascendencia haitiana, fungió como vocera del grupo “Reconoci.do”, un movimiento compuesto por jóvenes hijos de inmigrantes haitianos, pero que nacieron en suelo dominicano. Lorac dejó ver su frustración, al recordarles a los miembros de la JCE que por su negativa a otorgarle los documentos civiles, como un acta de nacimiento, están impedidos de tener cédula de identidad y electoral, estudiar, casarse, viajar al exterior, conseguir un empleo formal ni declarar a sus hijos también nacidos en territorio dominicano. “Con esta resolución, nuestras vidas quedan suspendidas, pero, más allá de la dimensión legal, esta disposición nos lacera y nos coloca en una nebulosa en torno a nuestra identidad”, dijo Lorac.
Los efectos de esta resolución niega, igualmente, a los dominicanos de ascendencia haitiana el derecho a tener cuentas bancarias, seguro de salud, cotizar en un fondo de pensiones y a ejercer el derecho al voto. En el denominado viacrucis, los manifestantes dijeron que igual que Jesús, tienen cinco años “viviendo un calvario” por la condición de desnaturalización a la que son sometidos. Asegura que con ellos se viola la Constitución y varios internacionales.
Elena Lorac, de ascendencia haitiana, fungió como vocera del grupo “Reconoci.do”, un movimiento compuesto por jóvenes hijos de inmigrantes haitianos, pero que nacieron en suelo dominicano. Lorac dejó ver su frustración, al recordarles a los miembros de la JCE que por su negativa a otorgarle los documentos civiles, como un acta de nacimiento, están impedidos de tener cédula de identidad y electoral, estudiar, casarse, viajar al exterior, conseguir un empleo formal ni declarar a sus hijos también nacidos en territorio dominicano. “Con esta resolución, nuestras vidas quedan suspendidas, pero, más allá de la dimensión legal, esta disposición nos lacera y nos coloca en una nebulosa en torno a nuestra identidad”, dijo Lorac.
Los efectos de esta resolución niega, igualmente, a los dominicanos de ascendencia haitiana el derecho a tener cuentas bancarias, seguro de salud, cotizar en un fondo de pensiones y a ejercer el derecho al voto. En el denominado viacrucis, los manifestantes dijeron que igual que Jesús, tienen cinco años “viviendo un calvario” por la condición de desnaturalización a la que son sometidos. Asegura que con ellos se viola la Constitución y varios internacionales.
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