Stalin multiplicó en estas fechas sus apariciones en público, visitaba las sedes del partido, hablaba con responsables de los distintos departamentos y nunca dejaba traslucir sus pensamientos. A finales de enero de 1953 su secretario privado desapareció sin dejar rastro. Poco después, el 15 de febrero, el jefe de sus guardaespaldas fue ejecutado sumariamente en lo que se dijo había sido una "muerte prematura". Este comportamiento aterrorizó a los miembros del Politburó, sobre todo a los más veteranos, que quedaron convencidos de que una nueva purga estaba ya en marcha. A partir de aquí, existen dos versiones sobre la muerte de Stalin.
La primera de ellas, versión oficial y hasta ahora la más verosímil, relata que la noche del sábado 28 de febrero de 1953 Stalin celebró una reunión en Kúntsevo con su círculo interno, formado por Beria, Malenkov, Jrushchov y Nikolái Bulganin. En dicho encuentro los cinco hombres vieron una película y después disfrutaron de una tardía cena. Los invitados se retiraron a las cuatro de la madrugada, cuando Stalin se fue a dormir.
La otra versión, defendida por historiadores como Iliá Erenburg y Víktor Aleksándrov, indica que esta reunión no tuvo nada de amistoso. A ella habrían sido invitados también Lázar Kaganóvich y Voroshílov, que se habrían enzarzado en una discusión con Stalin exigiéndole la liberación de los médicos. Supuestamente Stalin respondió gritandoles que eran unos traidores. Los dos miembros del Politburó habrían roto entonces sus carnés del partido y Stalin, fuera de sí, habría abandonado la reunión para encerrarse en su dormitorio.
Sea como fuere, la realidad es que al día siguiente Stalin no salió de su cuarto y no llamó ni a los criados ni a los guardias. Nadie se atrevió a entrar en su habitación hasta que, sobre las diez de la noche del domingo 1 de marzo, su mayordomo abrió la puerta y lo encontró tendido en el suelo, vestido con la ropa que llevaba la noche anterior y sin apenas poder hablar. Se llamó a los miembros del Politburó, que lentamente fueron acudiendo a la dacha de Stalin, pero nadie llamó a un médico. Finalmente, pasadas 24 horas, Beria hizo venir a algunos doctores que dictaminaron que Stalin había sufrido una apoplejía y había caído fulminado.
La agonía de Stalin se alargó varios días más. En ocasiones abría los ojos y miraba furibundamente a quienes lo rodeaban. Se cuenta que en estos momentos Beria le cogía de la mano y le suplicaba que se recuperase, pero cuando volvía a desvanecerse lo insultaba y le deseaba una dolorosa muerte. El día 4 aparentó una súbita mejoría y una enfermera comenzó a darle de beber leche con una cuchara, lo que hizo que el enfermo señalase un cuadro que había sobre la cabecera de su cama, donde una niña daba leche a una oveja. En ese momento, sufrió un nuevo ataque y entró en coma. Los médicos que atendían a Stalin le practicaron reanimación cardiopulmonar en las diversas ocasiones en que se le detuvo el corazón, hasta que finalmente a las 22:10 del día 5 de marzo no consiguieron reanimarlo. Según algunos testigos los enfermeros siguieron esforzándose hasta que un lacónico Jrushchov dijo: «Basta, por favor... ¿No ves que está muerto?
Muchos años después de la caída de la Unión Soviética se han vuelto a estudiar las circunstancias que rodearon la muerte de Stalin. No faltan autores como el historiador ruso Vladímir P. Naúmov o Jonathan Brent (catedrático de Historia en Yale), que afirman que fue envenenado por Beria, quien al poco de su muerte llegó a decir ante el Politburó: «Yo lo maté, lo maté y os salvé a todos», según relata el propio Nikita Jrushchov en sus memorias. Sin embargo, esta tesis nunca ha sido demostrada ni reconocida, como tampoco la del posible enfrentamiento final entre Stalin y el Politburó. De este modo, la causa oficial de su muerte sigue siendo una apoplejía provocada por su hipertensión.
El 6 de marzo de 1953, se anunció la muerte de Stalin, al igual que el nuevo liderazgo. Malenkov se convirtió en el nuevo Presidente del Consejo de Ministros, con Beria (quien consolidó su control sobre los organismos de seguridad), Kaganóvich, Bulganin y el ex Ministro de Relaciones Exteriores Viacheslav Mólotov como Primer Vice Presidentes del Consejo de Ministros. Los miembros del Presidium del Comité Central que habían sido recientemente promovidos por Stalin fueron depuestos. Jrushchov fue relevado de sus funciones como líder del partido de Moscú para concentrarse en tareas no especificadas en el Comité Central del Partido. El The New York Times listó a Malenkov como primero y a Beria como segundo entre los diez hombres del Presidium—y a Jrushchov como último. El 14 de marzo, Malenkov renunció a la Secretaría del Comité Central.En septiembre, Jrushchov fue elegido por el Comité Central como Primer Secretario del Partido.
Incluso antes de que Stalin hubiera sido sepultado, Beria inició una larga serie de reformas que rivalizaron con las de Jrushchov durante su período de poder e incluso con las deMijaíl Gorbachov un tercio de siglo más tarde.Las propuestas de Beria fueron diseñadas para denigrar a Stalin y pasarle la culpa por sus propios crímenes al fallecido líder.Una propuesta, que fue aprobada, fue una amnistía que eventualmente llevó a la liberación de más de un millón de prisioneros. Otra, que no fue aprobada, fue liberar la Alemania Oriental en una Alemania unida y neutral a cambio de una compensación de Occidente—una propuesta considerada por Jrushchov como anticomunista. Jrushchov se alió con Malenkov para bloquear muchas de las propuestas de Beria, mientras que los dos lentamente obtuvieron el apoyo de otros miembros del Presidium. Su campaña contra Beria fue favorecida por el temor de que Beria estaba planeando un golpe militar, y, según Jrushchov en sus memorias, por la convicción de que "Beria estaba preparando sus cuchillos para nosotros."
El 26 de junio de 1953 Beria fue arrestado en una reunión del Presidium, tras extensos preparativos militares de Jrushchov y sus aliados. Beria fue juzgado en secreto y ejecutado en diciembre de 1953 junto a cinco de sus colaboradores más cercanos. La ejecución de Beria resultó ser la última vez que el perdedor de una lucha por el poder de alto nivel en la URSS pagó con su vida.
La lucha por el poder en el Presidium no fue resuelta con la eliminación de Beria. El poder de Malenkov estaba en el aparato central del Estado, que trató de extender a través de la reorganización del Gobierno, dándole más poder a otros sectores del partido. También buscó el apoyo del público mediante la reducción de los precios minoristas y reduciendo el nivel de las ventas de bonos a los ciudadanos, que habían sido por mucho tiempo efectivamente obligatorias. Jrushchov, por otro lado, con su base de poder en el partido, buscó tanto fortalecer al partido como su posición dentro de él. Mientras que, bajo el sistema soviético, el partido iba a ser preeminente, ya que había sido enormemente drenado de poder por Stalin, que había dado gran parte de ese poder a sí mismo y al Politburó (más tarde, al Presidium). Jrushchov vio que con el Presidium en conflicto, el partido y su Comité Central podrían ser nuevamente poderosos. Jrushchov cultivó cuidadosamente a altos funcionarios del partido y fue capaz de nombrar a partidarios como líderes locales del partido, que luego tomaron asientos en el Comité Central.
Jrushchov se presentó como un activista con los pies en la tierra preparado para asumir cualquier reto, contrastando con Malenkov que, aunque era sofisticado, apareció descolorido Jrushchov logró disponer al Kremlin para ser abierto al público, un acto con "gran resonancia pública".Mientras que tanto Malenkov como Jrushchov buscaron reformas para la agricultura, las propuestas de Jrushchov eran más amplias e incluyeron la campaña de tierras vírgenes, en la que cientos de miles de jóvenes voluntarios serían asentados y cultivarían áreas de Siberia occidental y el norte de Kazajstán. Pero aunque eventualmente el sistema se convirtió en un enorme desastre para agricultura soviética,fue inicialmente exitoso. Además, Jrushchov poseía información incriminatoria de Malenkov, tomada de los archivos secretos de Beria.A medida que los fiscales soviéticos investigaron las atrocidades de los últimos años de Stalin, incluyendo al caso de Leningrado, se cruzaron con pruebas de la participación de Malenkov.A partir de febrero de 1954, Jrushchov reemplazó a Malenkov en el asiento de honor de las reuniones del Presidium; en junio, Malenkov dejó de encabezar la lista de miembros del Presidium, que a partir de entonces fue organizada por orden alfabético. La influencia de Jrushchov siguió aumentando, ganando la lealtad de los jefes locales del partido y con su nombrado al frente de la KGB.
En una reunión del Comité Central en enero de 1955, Malenkov fue acusado de participar en atrocidades y el Comité aprobó una resolución que lo acusaba de estar involucrado en el caso de Leningrado y de facilitar el ascenso de Beria al poder. Al mes siguiente, durante una sesión del Sóviet Supremo en gran medida ceremonial, Malenkov fue depuesto a favor de Bulganin, para sorpresa de los observadores occidentales.Malenkov permaneció en el Presidium como Ministro de Centrales Eléctricas. Según el biógrafo de Jrushchov, William Tompson, "la posición de Jrushchov como principal entre los miembros del liderazgo colectivo era ahora más allá de cualquier duda razonable."
A finales de 1955, miles de presos políticos habían regresado a casa y contaron sus experiencias en los campos de trabajo gulag. La investigación realizada sobre los abusos mostró el amplio alcance de los crímenes de Stalin a sus sucesores. Jrushchov creía que una vez que la mancha del estalinismo fuera eliminada, el partido iría a inspirar la lealtad entre las personas.A partir de octubre de 1955, Jrushchov luchó para dar a conocer a los delegados en el próximo XX Congreso del Partido acerca de los crímenes de Stalin. Algunos de sus colegas, incluyendo Mólotov y Malenkov, se opusieron a la divulgación y lograron persuadirlo para que hiciera sus observaciones en una sesión cerrada.
El XX Congreso del Partido comenzó el 14 de febrero de 1956. En sus primeras palabras de su discurso inicial, Jrushchov denigró a Stalin pidiendole a los delegados que se levantaran en honor de los dirigentes comunistas que habían muerto desde el último Congreso, y lo nombró, igualándolo con el borracho Klement Gottwald y con el poco conocidoKyuichi Tokuda. En la madrugada del 25 de febrero, Jrushchov pronunció lo que pasó a ser conocido como el "discurso secreto" ante una sesión cerrada del Congreso que se limitó a los delegados soviéticos. En cuatro horas, demolió la reputación de Stalin. Jrushchov señaló en sus memorias que "el Congreso me escuchó en silencio. Como dice el refrán, se podría haber oído caer un alfiler. Todo era muy repentino e inesperado".Jrushchov les dijo a los delegados:
"Es aquí que Stalin demostró en una gran serie de casos su intolerancia, su brutalidad y su abuso de poder ... a menudo eligió el camino de la represión y la aniquilación física, no sólo contra los enemigos reales, sino también contra las personas que no habían cometido ningún crimen contra el partido o el Gobierno soviético."
La Revolución húngara de 1956 (en húngaro: 1956-os forradalom or felkelés) fue un movimiento revolucionarioespontáneo de alcance nacional contra el gobierno de la República Popular de Hungría y sus políticas impuestas desde laUnión Soviética, que duró desde el 23 de octubre hasta el 10 de noviembre de 1956.
Desde el discurso secreto de crítica a los excesos de Stalin realizado por su sucesor al frente de la URSS Nikita Kruscheven el XX Congreso del PCUS, el pueblo húngaro había solicitado continuamente la libertad necesaria para elegir su propio sistema político, alejado del comunismo. Así, surgieron por toda Hungría movimientos que demandaban que se pusiera coto a las actividades de la policía secreta.
La revuelta comenzó como una protesta estudiantil que atrajo a miles de personas a una marcha por el centro de Budapesthacia el edificio del Parlamento húngaro. Una delegación estudiantil fue detenida cuando entraba al edificio de la radio estatal con la intención de transmitir sus demandas. Cuando los manifestantes en las calles exigieron la liberación de la delegacion, la policía política húngara (Államvédelmi Hatóság o ÁVH) abrió fuego desde el interior del edificio.6 Algunos soldados soviéticos dispararon a la ÁVH, debido a que creyeron por equivocación que estaban siendo objeto de un ataque Algunos manifestantes contestaron los disparos con las armas tomadas de la ÁVH o brindadas por los soldados húngaros que se unieron al levantamiento.
La noticia se difundió rápidamente y llevó al estallido de desórdenes y violencia en la capital. La revolución se expandió rápidamente por toda Hungría y el gobierno de András Hegedüs fue derrocado. Miles se organizaron en milicias para combatir a la Policía de seguridad de Estado (ÁVH) y a las tropas soviéticas. Comunistas pro-soviéticos y miembros de la ÁVH fueron a menudo ejecutados o encarcelados, a la vez que antiguos prisioneros políticos fueron liberados y armados.Consejos improvisados arrebataron el control municipal al Partido comunista húngaro y exigieron cambios políticos. El nuevo gobierno encabezado por Imre Nagy disolvió formalmente la ÁVH, declaró su intención de retirarse del Pacto de Varsovia y prometió restablecer las elecciones libres. Para fines de octubre, los combates casi habían cesado y comenzó una sensación de normalidad.
A diferencia de lo sucedido con las Protestas de Poznań contra el gobierno de la República Popular de Polonia, la Revolución húngara cuestionaba el estilo de gobierno estalinista y, por tanto, amenazaba la naturaleza misma del régimen pro-soviético de partido único.5 Así, tras haber anunciado su voluntad de negociar el retiro de las fuerzas soviéticas, elPolitburó cambió de idea y se movilizó para aplastar la revolución. Aprovechando que Occidente se encontraba dividido a causa de la crisis de Suez, el ejército soviético movilizó 31.550 soldados y 1.130 tanques y el 4 de noviembre de 1956invadió Budapest y otras regiones del país. La resistencia húngara continuó hasta el 10 de noviembre. Más de 2.500 húngaros y 722 soldados soviéticos perecieron en el conflicto y unos 200.000 húngaros huyeron en calidad de refugiados.5Los arrestos masivos y las acusaciones continuaron por meses. Para enero de 1957, el nuevo gobierno instalado por los soviéticos y liderado por János Kádár había reprimido toda oposición pública.
Tales acciones soviéticas provocaron el rechazo de muchos marxistas occidentales, pero fortalecieron el control soviético sobre Europa central. La discusión pública acerca de la revolución estuvo prohibida en Hungría durante más de treinta años; pero, desde el deshielo de los años 1980, ha sido objeto de intenso estudio y debate.8 Con la creación de la Tercera República Húngara en 1989, el 23 de octubre fue declarado fiesta nacional en conmemoración de la Revolución de 1956.
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