La revolución ya comenzó en España, pero no en las calles sino en las panaderías.
En un país que acaba de superar los cinco millones de desempleados, un joven panadero está provocando un terremoto social con una barra de pan que cuesta 0,20 centavos de euro (US$0,26), hasta la quinta parte de lo que vale en muchos hornos de la ciudad. Ya vende unas 60.000 unidades diarias.La llaman la "guerra del pan".
José Navarro, hijo de un panadero tradicional de Quart de Poblet, en la provincia de Valencia, comenzó a vender la barra en septiembre de 2012 y desde entonces la noticia se ha regado como pólvora. A las largas filas en el negocio se suman las de las nueve tiendas que ha abierto en diferentes pueblos de la provincia.
Panaderías tradicionales y hasta los grandes supermercados han tenido que bajar los precios y desenfundar sus panes.
A Navarro y su equipo, que en seis meses ya suma un centenar de empleados, se les ha acusado de competencia desleal y de vender un producto imposible por los costos que tienen los ingredientes.
Para llegar a la tienda sólo hay que mirar los precios que anuncian los hornos que te encuentras en el camino, a medida que disminuye el precio del pan estás más cerca. En Torrent, otro pueblo de la provincia, la llegada de Navarro provocó que la mayoría de panaderías bajaran el precio del pan.
El Gremio de Panaderos de Valencia ve inviable un pan de 20 céntimos ya que con un kilo de harina, que cuesta alrededor de 45, se pueden hacer cinco barras de pan sin sumar los gastos de producción.
Además, advierten, que el pan barato o low cost como también se le llama, provocará el cierre de decenas de panaderías tradicionales.
Artículo de lujo
En la vitrina hay donuts, cruasanes o napolitanas a tres por un euro. La pareja se vuelve a animar y sigue llenando la bolsa.
"Tal como están las cosas buscas lo más barato. No hemos vuelto a comer en la calle. En España no puedes vivir sin pan, es lo mínimo y seguramente estaba sobrevalorado como muchas otras cosas. Con esta crisis creo que veremos más ofertas de este tipo en otros negocios", le comenta Chema a BBC Mundo mientras sale de la tienda.
El local, amplio y estilizado, parece más una franquicia de una tienda de moda que un horno tradicional.
"Lo que no puede ser es que en un país con tantos desempleados y gente que apenas gana 400 euros al mes (US$520) una barra de pan te cueste un euro (US$1,3). Un producto de consumo diario lo conviertes en un artículo de lujo", apunta el responsable de ventas de Obrador Navarro.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios, desde que entró el euro en España, hace ya más de diez años, la barra de pan es uno de los artículos que más se ha encarecido: hasta un 85%.
"Lo que no puede ser es que, en un país con tantos desempleados, una barra de pan te cueste un euro. Un producto de consumo diario lo conviertes en un artículo de lujo"
Responsable de ventas de Obrador Navarro
En Torrent, los panaderos han sacado sus pistolas, un tipo de pan más alargado a un precio competitivo para hacer frente al pan de bajo costo. Mercadona, por su parte, la cadena de supermercados valenciana, ha bajado su barra de 40 a 37 centavos, mientras que Carrefour compite con dos barras por 66 centavos.
Otros hornos y comercios, por su parte, han decidido comprarle directamente a Navarro y revender los panes por algunos centavos más.
Marta, responsable de un horno en Torrent, le comenta a BBC Mundo: "Hemos vivido varias guerras del pan y hemos sobrevivido. Si ellos apuestan por el precio nosotros apostamos por la calidad y la variedad de productos".
El pan que sigue creciendo
"El horno de mi calle tenía cinco empleados y ahora tiene dos. Está muy bueno todo pero te lo piensas dos veces antes de comprar. Aquí está más barato, ¿qué le vas a hacer?"
Vecina
"Nos han acusado de competencia desleal, nos han puesto trabas para comprar harina y nos envían continuamente inspecciones de trabajo y sanidad. No nos importa, los hemos atendido sin problema", comenta.
"Además no es verdad que ofrezcamos un producto debajo del costo; elaborar una barra de pan nos cuesta siete céntimos de materia prima que se sube hasta los 20 por los gastos estructurales y los beneficios. Lo hemos conseguido con eficiencia energética, logística y con cantidad", subraya.
El negocio de Navarro no se parece al de su padre, un horno tradicional abierto en 1957. Obrador Navarro quiere seguir extendiéndose como una mancha de aceite, su objetivo es abrir dos tiendas al mes.
En la tienda de Albal una anciana que vive de una pensión de viudedad espera en la fila0.
"El horno de mi calle tenía cinco empleados y ahora tiene dos. Está muy bueno todo pero ya te lo piensas dos veces para comprar algo. Y aquí está más barato, ¿qué le vas a hacer? Al final la pela es la pela (el dinero es el dinero)", le dice a BBC Mundo.
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