Hace muchos años, muchos, Agliberto Meléndez hipotecó su casa, su vehículo y por los menos una de sus modestas empresas. Lo hizo para concretizar un viejo proyecto de rodar una película: "Pasaje de ida". La hasta ahora, indudablemente, mejor película criolla.
Muchos fueron los problemas encontrados en el trayecto de filmación. No pocos artistas y técnicos abandoraron el proyecto en el devenir del rodaje. Un día hasta conato de huelga general hubo. Varias veces las circunstancias parecían indicar que el proyecto de Agliberto se vendría a pique.
En una ocasión hasta nos suspendieron el permiso de filmar en un barco anclado en el muelle del Río Ozama. Algo terrible porque casi la mitad de la película se filmaba en ese barco. Pero la tozudez de Meléndez se hizo legendaria en la ocasión. Sobornamos a unos celadores para que nos permitieran rodar en el barco en cuestión. Algo que teníamos que hacer después de las doce de la noche, al menos durante diez días.
La película se concluyo y se estrenó. Algunos de nuestros críticos (más bien criticones) prácticamente descuartizaron a "Pasaje de ida". Pero tampoco lograron amilanar a Agliberto.
Él tomó los rollos de la película y fue a competir con su filme a varios países. Resumiendo: ¡Once premios internacionales obtuvo la película!
Cada vez que Agliberto venía de uno de sus exitosos viajes nos comentaba sobre el impacto que creaba en los expertos la trama de la película y las actuaciones dominicanas, sobre todo dos de ellas. Con humildad tengo que decir que una de esas, según el realizador cinematográfica dominicano, era la nuestra.
Desde hace más de diez años Agliberto viene planificando otra película titulada "Del color de la noche." Su trama es sobre la vida de José Francisco Peña Gómez.
Meléndez tuvo la gentileza de enviarme el primer guión para que opinara sobre el mismo. Por supuesto que lo hice. Empero, pasaba el tiempo y el dinero para hacer la película no terminaba de completarse. Creo que aún no se ha logrado eso. Sin embargo, el rodaje se está prácticamente concluyendo. Apenas una semana nos queda de filmación.
El suscrito no estaba muy convencido de la conveniencia de una película de este tipo. No somos muy fanático de las películas biográficas. Es que a los personaje históricos es difícil someterlo a la dialéctica imprescindible del Arte. Pues Agliberto lo hizo. Y lo hizo con brillantez. Peña Gómez no es un personaje lineal. Él está sometido hasta a sus propias contradicciones. La película mantiene un suspenso envidiable. El ritmo es estupendo. La calidad de los actuaciones (por supuesto que casi todos los actores son profesionales. Algliberto, contrario a un idiota y mal director de cine que anda por ahí, respeta demasiado su trabajo para encomendarlo a gente que no sea artista). La calidad de las imágenes que ya se han colado es muy grande (el experimentado Peyi Guzmán es el director de fotografía). El maquillaje (sobre todo el de los personajes históricos que aparecen en la película) es consagratorio. El equipo de producción trabaja desde las madrugas hasta altas horas de las noches con ahinco y responsabilidad.
Del color de la Noche de Agliberto Meléndez, realizador de una de las películas más emblemáticas del cine nacional como lo es “Un pasaje de ida” (1988), se centra en la figura del político José Francisco Peña Gómez, que más que hacer un biopic, es un análisis de los últimos sesenta años de historia política del país.
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