Segundo Imbert (1837-1905). Restaurador y candidato a la presidencia de la República Dominicana.
Hijo de José María Imbert, un francés que durante la Ocupación Haitiana de 1822 a 1844 fue alcalde de Moca, nació en esa ciudad y se radicó en Puerto Plata desde la Primera República, figurando en el regimiento de esa plaza como teniente. Al darse el Grito de Capotillo en 1863, se incorporó a las filas de los restauradores opuestos a la anexión a España, participando en varias campañas. Como ayudante del general José Cabrera, obtuvo el grado de coronel.
Fue ministro de Justicia e Instrucción Pública en el gobierno de Cesáreo Guillermo (1878). En el bienio de Ulises Heureaux (1882-1884) fue interino de Guerra y Marina (1882) y de Interior y Policía (1882 y 1883), y también ministro de Relaciones Exteriores. Entre 1887 y 1889 desempeñó el cargo de vicepresidente de la República.
Sus principios liberales lo llevaron a afiliarse al partido azul, al que sirvió con absoluta fidelidad en defensa de los intereses del pueblo dominicano. Se mantuvo al lado de Gregorio Luperón en todas sus actuaciones patrióticas tanto en el país como en el exilio. Durante el curso de las diversas conspiraciones revolucionarias que se llevaron a cabo en el extranjero para derrocar el régimen de los Seis Años de Buenaventura Báez, fue de los pocos que se negó a recibir dádivas y privilegios.
Acompañó a Luperón en la expedición del vapor El Telégrafo iniciada en la bahía de Saint-Marc, Haití, y estuvo entre los 45 dominicanos que entraron en el territorio nacional por las lomas del Capotillo haitiano para combatir las pretensiones de Báez de anexar la República a los Estados Unidos. Como gobernador de Puerto Plata, actuó con rectitud y probidad.
En las elecciones de 1884, Imbert se presentó como candidato a la presidencia de la República junto con Casimiro de Moya como vicepresidente. Sus adversarios fueron Francisco Gregorio Billini y Alejandro Woss y Gil. Las urnas favorecieron a los primeros, pero Ulises Heureaux introdujo 15,000 votos y el Congreso proclamó ganadores a los segundos. Dos años después, volvió a terciar en los comicios en calidad de candidato a la Vicepresidencia y su boleta obtuvo el triunfo. Terminada la guerra civil de esos días en la que defendió al Gobierno, se retiró a la vida privada por no comulgar con la política de Heureaux, y fijó su residencia en Puerto Plata.
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