miércoles, 5 de junio de 2013

50 AÑOS DEL CASO "PROFUMO"



El caso Profumo fue un notable escándalo político que tuvo lugar en el Reino Unido durante 1963, que recibe su nombre del apellido del entonces ministro de Guerra británico,John Profumo.
El escándalo Profumo estalló después de haber trascendido que el ministro había tenido una breve relación con una corista (showgirl) de nombre Christine Keeler, quien aparentemente había tenido encuentros íntimos con un conocido espía soviético, de nombre Yevgeny Ivanov. Luego el mismo Profumo mentiría sobre ese hecho cuando fue interrogado oficialmente por la Cámara de los Comunes (House of Commons, es decir, la Cámara Baja del Parlamento Británico).
El escándalo desatado forzó a Profumo a renunciar y dañó gravemente la reputación del gobierno del entonces primer ministro Harold Macmillan. El mismo Macmillan habría de renunciar tan sólo unos meses después, "debido a problemas de salud".

A principios de la década de 1960 John Profumo era el ministro de Guerra durante el gobierno conservador de Harold Macmillan, y estaba casado con la actriz Valerie Hobson.
En 1961 Profumo conoció a Christine Keeler, una bailarina londinense, en una fiesta brindada por Lord Astor en su mansión de Cliveden, en el condado de Buckinghamshire.
Aunque varios años después, en un diálogo mantenido con su hijo David, él afirmaría que previamente se había encontrado con Keeler en un club nocturno llamado Murray's, y que '"probablemente había tomado un trago con ella".1
En esa fiesta también estuvieron presentes la esposa de Profumo y un famoso osteópata de la Gran Bretaña de esa época, el Dr. Stephen Ward, quien a su vez era un conocido de Keeler.
La relación con Christine Keeler sólo duró unas pocas semanas, antes que que Profumo le pusiese fin.
Sin embargo, los rumores acerca del escándalo se hicieron públicos en 1962, cuando salió a la luz que Keeler también había tenido algún tipo de relación con Yevgeny "Eugene" Ivanov, quien en esos tiempos era el agregado naval de la embajada soviética en Londres, y quien, como potencial espía residente (rezident) legal (es decir, bajo cubierta diplomática), se encontraba bajo discreta vigilancia por parte del británico MI5 (servicio de contra-inteligencia).
Dada la posición de Profumo en el gobierno y con la Guerra Fría por entonces en su máximo apogeo (en octubre de 1962 había tenido lugar el peligroso enfrentamiento derivado de la Crisis de los misiles cubanos), las potenciales ramificaciones del incidente respecto a la seguridad nacional eran graves, y esto, sumado a la relación adúltera de un miembro de tan alta jerarquía gubernamental como Profumo, rápidamente convirtió el caso en un escándalo público.
Christine Keeler pasó a ser un tema de debate nacional después de su icónica fotografía tomada por Lewis Morley en mayo de 1963, cuando el periódico sensacionalista Sunday Mirror obtuvo irregularmente una copia, con lo que echó más leña al fuego del ya de por sí ardiente caso Profumo. A medida que el escándalo crecía y se diversificada, la foto más se reproducía por doquier.
En marzo de 1963 Profumo declaró ante la Cámara de los Comunes que no había (absolutamente) nada impropio (no impropriety whatever) en su relación con Keeler, y que él iniciaría una demanda judicial por calumnias e injurias si esas acusaciones contra él se repetían fuera del recinto (ya que, dentro de éste, esos alegatos están protegidos por la denominada inmunidad parlamentaria, la cual protege a los legisladores mientras dure su mandato).
Sin embargo, en junio Profumo confesó que había confundido a propósito a la Cámara y mentido en su testimonio, y el 5 de junio finalmente renunció a su cargo ministerial, al igual que a su membresía parlamentaria y a su asesoría dentro del Real Consejo (Privy Council),
Lord Dennig emitió el informe oficial del gobierno el 25 de septiembre de 1963 y, sólo un mes después, el propio primer ministro británico Harold Macmillan terminaría renunciando debido a su mal estado de salud, aparentemente exacerbado por el estallido del escándalo.
Fue reemplazado por el hasta entonces ministro de Relaciones Exteriores (foreign secretary), el conde de Home, quien pronto renunciaría a su título para pasar a ser simplementesir Alec Douglas-Home.
Stephen Ward fue procesado por "vivir de las inmorales ganancias de la prostitución" (proxenetismo) y, avergonzado, terminaría suicidándose en agosto.
Keeler fue condenada a nueve meses de prisión, por cargos de perjurio (es decir, por haber mentido bajo juramento).
Profumo finalmente falleció el 9 de marzo de 2006.

Este notable escándalo político, sexual y de espionaje, como no podía ser de otra manera, terminó teniendo en impacto relativamente importante en la sociedad británica (y, en general, en los países de habla inglesa), por lo que pronto sería reflejado por la cultura popular.
El cantante estadounidense folk Phil Ochs escribió y grabó, ese mismo año de 1963, una canción acerca del affair. Históricamente disponible en casete, en 1989 fue compilado en un disco, lanzado por Smithsonian/Folkways Records.
La banda jamaiquina The Skatalites grabó en 1964 una canción llamada "Christine Keeler", sin ninguna letra, ya que se trata de un tema instrumental.
Algunos de los eventos del caso Profumo aparecen en la película The Keeler affair (1963, el cual nunca sería distribuido), y en el filme Scandal 1989, en el que actuaron John Hurt,Joanne WhalleyBridget Fonda y Leslie Phillips.
Christine Keeler también es mencionada en un tema del cantautor Al Stewart, llamado Post World War Two Blues ("Blues posterior a la Segunda Guerra Mundial"), en su álbum de1973 Past, present and future.
La película Sweeney (1977) fue un derivado del popular drama policial The Sweeney, con la actuación de John Thaw y de Dennis Waterman. En él, los protagonistas se ven involucrados en una trama basada en el caso Profumo.3
El grupo post-punk británico Glaxo Babies lanzó un LP con el sencillo (single) en 1979 también llamado Christine Keeler.
El melodrama televisivo Blore M.P. (1989) muestra a un ministro del gabinete británico (representado por el actor Timothy West), el que, luego de haberse involucrado con una prostituta, es chantajeado por los soviéticos4
El caso también es central al tema hit Nothing has been proved ("Nada ha sido probado"), escrito por el dúo electrónico Pet Shop Boys y cantado por Dusty Springfield.
También aparece mencionado en el gran clásico "We Didn't Start the Fire", en la línea "British politician sex". Ese tema cita constantemente hechos y personajes históricos, básicamente vinculados a la Guerra Fría, sucedidos entre 1949 (año de nacimiento del cantautor) y 1989 (año de lanzamiento del tema). Notablemente, al ser lanzado poco antes de la trascendental caída del Muro de Berlín, no hace mención alguna de ese hecho histórico.
La clásica fotografía tomada por Lewis Morley a Cristine Keeler aparece en la portada del single Telling stories ("Contando cuentos"), lanzado en 1997 por The Charlatans.
La obra de teatro A letter of resignation ("Una carta de renuncia"), escrita por Hugh Whitemore y representada por vez primera en el Comedy Theatre en octubre de 1997, dramatiza sobre la ocasión cuando el Primer Ministro Harold Macmillan recibe, mientras se encontraba descansando con algunos amigos en Escocia y a modo de bomba política, la misiva en la que su ministro de guerra le anuncia que ha renunciado de modo indeclinable. Edward Fox representó a Macmillan con una sorprendente precisión. Pero la obra también explora el involucramiento del MI5 (servicio británico de contra-inteligencia) y la complicada relación entre Macmillan y su propia esposa, Dorothy (Clare Higgins) quien no había ocultado su relación adúltera con el díscolo legislador Tory (conservador) Robert Boothby. La obra fue dirigida por Christopher Morahan.

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