miércoles, 3 de abril de 2013

EL LIDERAZGO DE PEDRO SANTANA SEGUN ROBERTO CASSA





Tras la derrota de los trinitarios en 1844, a lo largo de la Primera República hasta 1861 , el sistema político estuvo caracterizado por el liderazgo del déspota Pedro Santana, con sus implicaciones particulares en materia de concepción del Estado y de los intereses de clase que en el manejaban . Santana fue una necesidad imperiosa para los intereses de los grupos dominantes que, a través de su personalidad , impusieron las características especificas de las formas de dominación política.


En el mismo orden , el poder santanista se ejerció por parte de una camarilla muy precisa de militares, burócratas e intelectuales pertenecientes a las fracciones dominantes intermedias;  este aparato que gozaba de un alto nivel de autonomía y de capacidad decisoria propia , posibilita que el despotismo santanista incluyese aspiraciones de la pequeña burguesía y del campesina do aun cuando fuese de manera marginal, pero con el fin de basarse en una aparente unidad nacional.

En tal sentido , la tarea militar fue decisiva en la configuracion del Estado  Dominicano , hecho que fortalecía la autoridad de Santana y su mística de insustituible . Las guerras dominico-haitianas, por su peculiaridad , exigían del lado dominicano una forma de liderazgo basada en el carisma de invencibilidad y de encarnación del nacionalismo dominicano, funciones que resumió en torno a su persona el dictador.

La propia característica del despotismo santanista se observa en la forma ambigua en que quedo legalizado en sus orígenes. Pedro Santana fue nombrado Presidente de la República por la Asamblea Constituyente de San Cristóbal a fines de 1844; dicha  Constituyente aprobó un documento perfecta mente democrático en términos formales, calcado de la Constitución de los Estados Unidos de América . Pero por presión directa sobre la Asamblea los legisla dores  se vieron forzados a incluir el celebre Articulo 210 que debajo de la mascara democrática, legalizada la dictadura unipersonal del déspota; dicho articulo acordaba al Ejecutivo, so pretexto de la emergencia política permanente, el poder para realizar todo tipo de actos de manera inconsulta.

En tal sentido, Santana se valió del terror criminal para lograr estos objetivos, lo que explica las ejecuciones mientras mantuvo el poder; pero tales ejecuciones fueron relativa mente poco numerosas hasta 1861 en función de que bastaban para sostener el esquema de poder.

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