jueves, 18 de abril de 2013

LA BIOGRAFIA DE BIENVENIDO MONZON

Realizada la anexión a España de la República Dominicana el 18 de marzo de 1861, la reina Isabel II, interesada por el estado de la Iglesia en su nueva provincia, en ese entonces gobernada por monseñor Manuel Arturo de Meriño en su calidad de vicario eclesiástico, solicitó el nombramiento como arzobispo de Bienvenido Monzón y Martínez, obispo auxiliar electo del Primado de Toledo, cuya consagración se efectuó en la capilla del Palacio Real.
Monzón llegó a Santo Domingo el 1 de agosto de 1862 en la fragata de guerra Princesa de Asturias acompañado de la mayor parte del clero que le asistiría en sus funciones y dos días después hizo su entrada solemne en la ciudad, verificándose a seguidas su toma de posesión en presencia del capitán general Felipe Rivero, el general Pedro Santana y de las demás autoridades.
En enero de 1863, Monzón emprendió una visita pastoral por su arquidiócesis, recorriendo Samaná, Sabana de la Mar, Higüey, El Seibo, Hato Mayor, Los Llanos, Bayaguana, Monte Plata, Guerra, Santiago, La Vega, Puerto Plata y Montecristi. Los rumores acerca de un levantamiento contra los españoles lo obligaron a regresar a Santo Domingo, donde, el 7 de marzo, dirigió una circular al clero para que exhortase a la ciudadanía a vivir en paz y unión con los españoles y a respetar la soberanía de Isabel II. Pero la exhortación resultó inútil debido a los atropellos cometidos por las autoridades peninsulares y a la intolerancia religiosa de algunos sacerdotes, quienes quisieron imponer por la fuerza la doctrina de la Iglesia, despertando el odio de los dominicanos.
Iniciada el 16 de agosto la guerra restauradora, el arzobispo escribió una carta en enero del año siguiente al general Eusebio Manzueta para que desertase de las filas de los rebeldes y volviese a formar parte del ejército español. Manzueta se abstuvo de contestar la carta y la envió al Gobierno Provisional establecido en Santiago para su conocimiento. Este resolvió que fuese respondida por el ministro de Relaciones Exteriores, Ulises Francisco Espaillat, quien reprochó a Monzón por pretender que Manzueta faltase a su fidelidad, deber y honor.
Muerto el general Santana el 14 de junio de 1864, la situación de los españoles en Santo Domingo se agravó y el arzobispo decidió viajar a España con objeto de tratar varios negocios de su Iglesia, nombrando como gobernador eclesiástico durante su ausencia al provisor y vicario general Blas José Díaz de Arcaya, arcediano de la catedral.
El 9 de enero de 1865, el capitán general de Santo Domingo, José de la Gándara, dio a conocer un informe sobre la situación del país en el que enumeraba las causas del movimiento restaurador, achacando al arzobispo Monzón una parte considerable de la responsabilidad debido al exceso de celo con que actuó. Expresó que el prelado había atacado los concubinatos y amancebamientos, obligando a quienes vivían en ese estado a contraer matrimonio eclesiástico en un determinado plazo. También había censurado severamente a la francmasonería, disponiendo el cierre de las logias, las cuales tenían en Santo Domingo un carácter más político que religioso y cuyos miembros, muchos de ellos personas influyentes, se dedicaban a labores de asistencia social. Lo acusaba además de querer obligar a los sacerdotes a que depositaran parte de su sueldo en el arzobispado y de atacar a las iglesias protestantes.


Enterado del informe del capitán general, el arzobispo Monzón remitió el 25 de marzo de 1865 una exposición al Congreso de los Diputados para justificar su conducta. Defendió su exceso de celo y señaló que su proceder no había sido una de las causas de la rebelión de los dominicanos, ocurrida antes de que él llegase a la isla.
Ausente Monzón de Santo Domingo, el Gobierno Provisional, arrogándose erradamente el ejercicio del derecho de Patronato, designó al presbítero Calixto María Pina vicario general y gobernador eclesiástico en lugar de Díaz de Arcaya. El 3 de marzo de 1865, Isabel II firmó el decreto que derogó la Anexión. El arzobispo Monzón no pudo volver a Santo Domingo

No hay comentarios:

Publicar un comentario